Coregasmo, el orgasmo deportivo

Hace tiempo me propusieron escribir en una web sobre sexo y deporte. Pero la verdad es que no tenía muy claro por donde enfocar el tema. Sí, siempre se puede recurrir a aquello de si antes de jugar un partido es conveniente o no tener relaciones sexuales (en realidad, se dice que en el caso de las mujeres, puede ser hasta positivo al tener un subidón de testosterona), pero es un tema algo trillado. Todo cambió cuando escuché hablar del llamado “coregasmo”, el orgasmo deportivo.

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Recuerdo que una amiga me comentaba que tras salir a correr, volvía a casa con muchas ganas de tener sexo, y que comentándolo con otras compañeras, no era la única. Pero no se trata sólo de que el deporte excite sexualmente, sino de que su práctica te haga llegar al clímax.

El orgasmo inducido a través del ejercicio físico es algo anecdótico, pero no tan poco corriente. Aunque evidentemente no todas las mujeres alcanzan el orgasmo en el gimnasio, ojalá fuera así, iríamos mucho más motivadas.

Si bien Alfred Kinsey, en sus famosas encuestas, ya había observado que alrededor de un 5 por ciento de las mujeres señalaba haber alcanzado el clímax a través del ejercicio físico, hay datos más recientes. Según un estudio, del pasado año, del Centro de Fomento de la Salud Sexual de la Universidad de Indiana (EE.UU.), publicado en “Sexual and Relationship Therapy”, 126 mujeres de 18 a 63 años afirmaron llegar al orgasmo a través del ejercicio corporal. Otras 246 explicaron, igualmente, haber sentido algún tipo de placer sexual durante la sesión deportiva.

Lo curioso del dato, es que las sensaciones eran totalmente físicas, es decir, que en principio no parecía tener relación con ninguna fantasía en particular (o al menos al inicio). Igualmente existían unos ejercicios más “motivadores” que otros. En concreto, de ellas el 19 por ciento montaba en bicicleta estática o hacía spinning, el 9,3 por ciento hacía ejercicio en poste o con sogas, un 7 por ciento estaba levantando pesas y el 7 por ciento de ellas estaba corriendo o haciendo otro tipo de ejercicio. Lo más llamativo es que ni más ni menos que el 51 por ciento llegó al orgasmo haciendo abdominales.


Por lo visto, resulta que los principales responsables de esta excitación sexual deportiva son los músculos abdominales centrales, de cuya traducción del inglés proviene el nombre de “coregasm”, a veces castellanizado como coregasmo o como abdorgasmo.

¿Pero es el orgasmo deportivo una cuestión exclusivamente femenina? Si bien no hay estudios que hayan indagado en la cuestión del orgasmo masculino, tampoco se tiene claro el mecanismo que activa el placer mientras se practica el deporte, por lo que se desconoce la respuesta. Algunos expertos se han aventurado a dar sus propias teorías, como es el caso de Victoria Zdrock, autora de “La Anatomía del Placer”. Según la misma, cuando una mujer hace ejercicio, se combinan la producción de endorfinas y dopamina, y la tensión en las extremidades inferiores y abdominales, lo que tiene como resultado la estimulación que el clítoris necesita.

Coregasmo
En realidad el sexo y el deporte, parecen tener mucha más relación entre sí de lo que inicialmente pueda parecer. En la práctica de ambos se nos acelera el corazón, la respiración, sudamos, perdemos calorías, y segregamos endorfinas. Ambos, en definitiva, nos ayudan a sentirnos mejor física y mentalmente.

Está claro que la excitación sexual no se alcanza a través de un solo camino. Hemos oído de hablar de la mujer que llegaba al orgasmo sólo a través de la respiración, o incluso del parto orgásmico. La cuestión no es buscar un nuevo mito sobre cómo llegar al clímax, sino entender que a veces lo genital no lo es todo. Si hace tiempo hablábamos de los “puntos mágicos de la mujer”, no debemos olvidar que el órgano que más placer nos puede proporcionar, no es otro sino el cerebro. Nuestra mente y con ella, nuestra imaginación, con la motivación adecuada, puede llevarnos al paraíso de cualquier forma y en cualquier lugar, si nos lo proponemos.

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