Encontrado el punto G

Y el A, el U, el K… por lo visto la anatomía genital femenina está llena de puntos clave, (cuando en realidad, el único realmente clave es el clítoris, nunca hay que olvidarlo). ¿Qué tal si en vez de volvernos locos buscando los puntos que se supone que debemos de tener, buscamos nuestros propios puntos de placer?

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